Inició su carrera diseñando y patronando para empresas como Nuria Cano o Pedro Álvarez (Gene Enrich, Pipo Enrich) hasta que abre su propio taller y estudio creando su propia marca desde los años 80, primero en la calle Terminillo del barrio zaragozano de las Delicias y posteriormente en un gran espacio en el paseo Echegaray y Caballero.
Sus colecciones, con un estilo afín a las corrientes de los diseñadores de prêt à porter como Alaïa, Montana o Yohji Yamamoto, siempre fueron muy apreciadas por su cuidado patronaje y la elección de materias de primer nivel como el lino y la piel, vendiéndolas con éxito en tiendas multimarca de toda España.